No me rindo, ni temo por esto...
Hoy llegue a la conclusión que el malo en muchas ocasiones siempre se sale con la suya (hacen lo de su antojo). Y hasta vence, al de buen proceder.
Puede haber pocos buenos que proceda con justicia, pero también hay más malos que procede con injusticias y hasta logran ganar todo lo que se proponen.
No, ¡No estoy loco, es la triste realidad!
Desde la antigüedad se ha hablado de la serpiente que con astucia y engaño, logró convencer a Eva y Adán a que desobedeciera a Dios.
Caín (el malo) se levanto contra su hermano Abel (el bueno) y lo asesino.
Los hermanos de José lograron deshacerse de el vendiéndolo como esclavo a una tierra extranjera. Esa tierra extrajera una mujer despechada hizo que metieran a José en una cárcel (Porque José se negó a tener relaciones sexuales con ella, ella era casada).
Satanás mató a todos los hijos del justo Job, incluso lo enfermo a Job con una sarna de la cabeza a los pies.
Un Sacerdote antiguo testamentario lo mataron los malos, dentro del propio templo de Dios
A Juan el Bautista lo decapitaron por causa de una mujer adultera que lo odiaba.
A Jesucristo lo crucificaron dándole muerte; el justo por el injustos.
Dijo Jesús en una de sus enseñanzas:
-Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán, para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo…
Los malos van a comparecer ante el terrible día de juicio, y los justos iran a la Vida Eterna
En otra de las enseñanzas de Jesús dice: ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis.
¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas.
Concluyo con lo que escribio Pablo en una de sus epístolas (cartas) Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
En el Salmo 73 Asaf cuenta su propia experiencia
El destino de los malos
Salmo de Asaf.
73:1 Ciertamente es bueno Dios para con Israel,
Para con los limpios de corazón.
73:2 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies;
Por poco resbalaron mis pasos.
73:3 Porque tuve envidia de los arrogantes,
Viendo la prosperidad de los impíos.
73:4 Porque no tienen congojas por su muerte,
Pues su vigor está entero.
73:5 No pasan trabajos como los otros mortales,
Ni son azotados como los demás hombres.
73:6 Por tanto, la soberbia los corona;
Se cubren de vestido de violencia.
73:7 Los ojos se les saltan de gordura;
Logran con creces los antojos del corazón.
73:8 Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia;
Hablan con altanería.
73:9 Ponen su boca contra el cielo,
Y su lengua pasea la tierra.
73:10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí,
Y aguas en abundancia serán extraídas para ellos.
73:11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios?
¿Y hay conocimiento en el Altísimo?
73:12 He aquí estos impíos,
Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.
73:13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón,
Y lavado mis manos en inocencia;
73:14 Pues he sido azotado todo el día,
Y castigado todas las mañanas.
73:15 Si dijera yo: Hablaré como ellos,
He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.
73:16 Cuando pensé para saber esto,
Fue duro trabajo para mí,
73:17 Hasta que entrando en el santuario de Dios,
Comprendí el fin de ellos.
73:18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos;
En asolamientos los harás caer.
73:19 ¡Cómo han sido asolados de repente!
Perecieron, se consumieron de terrores.
73:20 Como sueño del que despierta,
Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.
73:21 Se llenó de amargura mi alma,
Y en mi corazón sentía punzadas.
73:22 Tan torpe era yo, que no entendía;
Era como una bestia delante de ti.
73:23 Con todo, yo siempre estuve contigo;
Me tomaste de la mano derecha.
73:24 Me has guiado según tu consejo,
Y después me recibirás en gloria.
73:25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
73:26 Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
73:27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;
Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.
73:28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;
He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,
Para contar todas tus obras.
FIN
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